Constitución del átomo y modelos atómicos
La descripción básica de la constitución atómica,
reconoce la existencia de partículas con carga eléctrica negativa, llamados
electrones, los cuales giran en diversas órbitas (niveles de energía) alrededor
de un núcleo central con carga eléctrica positiva.
El átomo en su conjunto y sin la presencia de
perturbaciones externas es eléctricamente neutro.
El núcleo lo componen los protones con carga
eléctrica positiva, y los neutrones que no poseen carga eléctrica.
El tamaño de los núcleos atómicos para los diversos
elementos están comprendidos entre una cienmilésima y una diezmilésima del
tamaño del átomo.
La cantidad de protones y de electrones presentes
en cada átomo es la misma. Esta cantidad recibe el nombre de número atómico, y
se designa por la letra "Z".
Si bien, todas las características anteriores de la
constitución atómica hoy en día son bastante conocidas y aceptadas, a través de
la historia han surgido diversos modelos que han intentado dar respuesta sobre
la estructura del átomo.
Algunos de tales modelos son los siguientes:
a)
El Modelo de Thomson.
Thomson sugiere un modelo atómico que tomaba
en cuenta la existencia del electrón, descubierto por él en 1897.
Su modelo era estático, pues suponía que los
electrones estaban en reposo dentro del átomo y que el conjunto era
eléctricamente neutro.
b)
El Modelo de Rutherford.
Basado en los resultados de su trabajo que
demostró la existencia del núcleo atómico,
Rutherford sostiene que casi la totalidad de
la masa del átomo se concentra en un núcleo central muy diminuto de carga
eléctrica positiva.
Los electrones giran alrededor del núcleo
describiendo órbitas circulares. Estos poseen una masa muy ínfima y tienen
carga eléctrica negativa.
La carga eléctrica del núcleo y de los
electrones se neutraliza entre sí, provocando que el átomo sea eléctricamente
neutro.
c)
El Modelo de Bohr.
El físico danés Niels Bohr (Premio Nobel de
Física 1922), postula que los electrones giran a grandes velocidades alrededor
del núcleo atómico.
Los electrones se disponen en diversas órbitas
circulares, las cuales determinan diferentes niveles de energía. El electrón
puede acceder a un nivel de energía superior, para lo cual necesita
"absorber" energía.
Para volver a su nivel de energía original es
necesario que el electrón emita la energía absorbida (por ejemplo en forma de
radiación). Este modelo, si bien se ha perfeccionado con el tiempo, ha servido
de base a la moderna física nuclear.
d)
Modelo Mecano - Cuántico.
Se inicia con los estudios del físico francés Luis
De Broglie, quién recibió el Premio Nobel de Física en 1929. Según De Broglie,
una partícula con cierta cantidad de movimiento se comporta como una onda.
En tal sentido, el electrón tiene un comportamiento
dual de onda y corpúsculo, pues tiene masa y se mueve a velocidades elevadas.
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